Caminando entre recuerdos

 Caminando entre recuerdos

Al terminar mi jornada laboral me quedo pensando en las historias que me comparten los residentes. Sus palabras me acompañan en la mente y en el corazón, y muchas veces me hacen reflexionar sobre cómo será mi propia vejez. Me pregunto si conservaré mi memoria, y si tendré la suerte de no perderme en los años que me queden por vivir.

Tengo pasatiempos que disfruto mucho, pero desde que llegué a este país encontré algo que se ha vuelto esencial para mí: caminar. Empecé con 4 km y ahora ya recorro 7 km. Ese tiempo me ayuda a pensar, a soltar el día y a valorar cada paso.

Al recordar a los viejitos con los que comparto, siento una mezcla de nostalgia e incertidumbre. Pero también me da alegría saber que puedo ser de ayuda, que mi trabajo tiene sentido. Y he aprendido que solo mirando con amor, sin juzgar, se puede cuidar de verdad.

✨ Al final, la vida es como una caminata: cada paso cuenta, y lo importante no es la distancia, sino el amor con el que se recorre.